Menudencias

Carta oberta al President del Govern Balear

Sr. Antich: sa somera es morta

Sr. Antich, vostè va dir i a mi me va agrada, poc desprès d’ésser elegit president del Govern Balear, que escoltaria es poble i no hi perdria mai es contacte. En aquesta ocasió tendrà oportunitat de demostrà si ses seves paraules son de pes o si ja ha après s’idioma des polítics que serveix per no dir res.
Els fets de sa vida quotidiana solen ser els exemples mes clars per il.luminar com va el mon, en aquest cas el mon de Balears. Es fet que li contaré es tan clar que ho pot entendre tot hom ,inclòs sa consellera Rosselló, si si fitxa un poc.
Resulta que a Manacor hi tenc una sínia a unes quarterades que ja eren des meu repadrí, i ell ja les va compra amb sa sínia, i en el redol i sembrava albergínies, pebres, mongeteres i altres verdures per la casa, i es meu padrí va fer el mateix, fins que sa morí sa somera, i com ell ja era vell no en compra un altre, sinó que va deixar de sembrar verdures i va anar a sa botiga a comprar-les. El meu pare que ja viu a ciutat no va voler maldecaps i va donar se finca a mitges i només i sembraven blat, perquè vostè ja sap que es amitgers no van de fer massa feina. Amb tot això se sínia s’ha mig esbucada i es pou a quedat allà es mig, sense cap utilització. Ara jo me recordat des padrí i he pensat que es diumenges podria sembrar albergínies i quatre pebres per la casa i aquí han començat es maldecaps.
Ja no era hora de comprar una somera, perquè no la sabria cuidar, ni ha poques , hauria de fer una paissa i anar a dur-li menjar, així que he pensat que era millor apuntarme al progrés i posar una bomba per treure l’aigua. Així que he anat a Gesa a demanar un comptador per tenir electricitat i poder engegar sa bomba de l’aigua.
- Vostè ha de legalitzar es pou m’han dit que sense aquest requisit no pot contractar, vagi a la Conselleria.-
Vaig anar una primera vegada a la Conselleria a preguntar.
- Vostè ha de demostrar que es pou existeix i no la fet ara mateix- m’han dit..
- Betua redell, vaig pensar i no ho vaig dir per cortesia, com demostraré que sa sínia es des tens des moros.?
Tant me ho he ficat a dins es cap que ho he somniat, se m’aparegué N’Alí Yusuf, i m’ha dit que va se ell que va fer sa sínia i que no li posaren cap pega el govern d’abans de s’empri que hi havia a Mallorca, que llavors estaven ben contens es governants de que es pagesos fessin horts i pous També de que duguessin verdures a vendrà a Ciutat.
Però clar, un somni es un somni i no em servia per dir a la conselleria del seu govern de progrés, que ja va legalitzar sa sínia el rei moro de mallorca.
Desprès vaig pensar amb un altre treta, vaig acudir al ajuntament i vaig demanar en es batle un certificat de que sa sínia era una sínia i que sempre l’havia vista en es mateix lloc ell i es més vell des poble. Se va pensar que me encoionava de ell, però quan li vaig dir que era per sa Conselleria me va fer es paper sense cap pega, ja hi estava acostumat a fer estranys papers per aquesta entitat.
Vaig acudir a la Conselleria per segona vegada amb es paper com mentre. -Bé idò ara li aconsellam que vagi a aquest enginyer/a de mines i li arreglarà tot, ha de pagar 140.000 ptas. Es una assistència privada, però es el camí per legalitzar, ja que vostè no en sabrà.
- Ja ho veurem si en sabré, perquè no me diu que sa de fer ?
- Parli amb ell/a i li dirà.
- Perquè son ses 140.000 ptas?
- Ni ha 20 mil de taxes i la resta per la gestió
- Quina gestió ?
- Hi entra tot, el zahorí…
- I perquè vull un zahorí. perquè trobi sa sínia ?. jo ja se on es…
- I se prova de caudal
- Es caudal de quant ¿ en s’estiu un rollet i en s’hivern no la t’acabaràs a s’aigua. Jo lo que vull es una bomba de ses mes petites per regar quatre solcs de hortet per tenir verdura per ca meva.
- Així i to sa de fer una prova de caudal.
- I si no hi ha bomba perqué encara no tenc electricitat i trec s’aigua amb un poal com feran la prova ?
- Vostè cerca una bomba de gas-oil li dur quant noltros i anirem i no se preocupi, pagui 140.000 pessetes i no hi ha cap pega.
-M'ho vull pensar.
Diumenge passat vaig trobar un nou veïnat. Es un foraster que ha comprat sa part de dalt, jo estic a sa part de baix i ell a dalt des puig, per tenir bona vista i fer un chalet
- “ Voy a hacer un pozo arriba, ja he contratado en la Conselleria y esta semana viene el zahorí, si no encuentra agua ¿ quiere venderme la suya para mi chalet ?”
No li vendre, sa meva aigua es per ses meves mongeteres amb bomba o a poalades, i si fa el cas compraré una somera això es el progrés ? Quins “oremus” com deia es meu repadrí.
Hojas del árbol caídas juguetes del viento son

Estoy preocupado señor alcalde por las repercusiones que pueda tener una noticia últimamente aparecida en los medios de difusión: Palma es una ciudad sucia.
En esta noticia, en principio y sin cuantificar, estamos todos de acuerdo, hay quién pensará que está muy sucia, bastante sucia, algo sucia, ligeramente sucia, menos sucia que Barcelona o más sucia que Madrid; para discutirlo están los partidos políticos que tienen tiempo para esas diatribas, pero el pueblo llano que tiene ojos para ver y narices para oler sabe que la ciudad está escasa de limpieza, sobre todo es consciente de ello cuando pisa una caca de perro en la calle o se encuentra con un preservativo usado frente a su portal.
En principio el problema no es grave pero cabe analizarlo.
Estaba yo esta mañana paseando por el Paseo Sagrera y he observado el paso de una máquina limpiadora recogedora de hojas, me refiero a estas máquinas que habrán costado unos milloncejos y tienen una especie de trompa de elefante que succiona hojas, papeles y otros objetos de escasa densidad y amplia superficie. Como digo he observado el paso de la máquina y sus efectos sobre las hojas de otoño caídas de los plateros: de cada veinte hojas yo creo que la máquina no recogía más de dos, más o menos, y no por defecto mecánico o de diseño del aparato sino porque su conductor paseaba mirando las musarañas, no le interesaba -s”en fotia”- del resultado de su operación.
Ante esto, que no es un hecho fortuito sino habitual, el primer pensamiento es de crítica hacia el operario, pero puestos a recapacitar habría que deducir que si este operario actúa de esta forma será porque su capataz no le exige trabajar con eficacia, y si el capataz no exige es porque su jefe no le exige, y si su jefe no le exige es porque la Dirección de Emaya no exige y si la Dirección de Emaya no exige es porque el Consejo de Administración no exige.
Cambiando el “no “ por el “sí” en las frases anteriores y en orden inverso tenemos la sencilla solución al problema.
¿Por qué estoy entonces preocupado si la solución es clara y sencilla? Pues porque creo sinceramente que no es la solución que se va a tomar
Probablemente si los periódicos siguen criticando la suciedad de la ciudad y la opinión pública se hace oír dentro de un tiempo se planteará el problema en uno de los Consejos de Administración de la sociedad encargada de la limpieza, allí alguien con autoridad y aparente conocimiento de causa dirá que reconoce que la limpieza no es óptima a pesar de los grandes esfuerzos que se hacen y que el problema es la falta de medios materiales y humanos.
Pedirá aumentar la plantilla en n personas y el consejo le permitirá solamente n/2 por falta de presupuesto, se sacarán las plazas a cubrir seleccionando el personal de la forma acostumbrada, dominio del catalán, conocimientos de la constitución, amiguismos, y a lo mejor en un ánimo de mejorar se añadirá a las pruebas saber silbar La Balanguera. Seguro que no se realizará ningún test que indique aptitud ante el trabajo que se debe realizar, conocimientos y referencias de otras empresas donde ha trabajado.
Se pedirá también una mejora de los medios materiales y entonces se autorizará la compra de otras máquinas más sofisticadas de las que ya disponemos, para lo cual varios directores de la entidad y otros tantos políticos se desplazarán una semana, o quince días mejor, a Suecia, que tienen unas calles limpísimas -que fan mirera- y verán que allí hay unos aparatos que además de absorber con más fuerza y rapidez también descongelan con aire caliente las hojas que se han pegado al suelo con una capa de hielo y muchas otras maravillas; claro que el presupuesto será insuficiente y habrá que pedir una ampliación en el próximo consejo de la empresa, porque no vamos a ser más sucios que los suecos que nos visitan.
Y el año que viene, por estas fechas yo volveré a pasear por el Paseo de Sagrera y veré una máquina muy sofisticada, nueva, reluciente, con una cabina insonorizada, aire acondicionado y música ambiental. Dentro de la cabina habrá un operario que mirará las musarañas y dejará las hojas volar al viento: con lo bonitas que están.
¿ Comprende mi preocupación? Es por mis dineros que juguete del viento son.
Al ladrón de periódicos

Querido ladrón bonsái: Un ladrón como tú no roba para hacerse rico, ni roba para comer. Un ladrón como tú roba para satisfacer una necesidad cultural, si no es mucho decir que la lectura del periódico aumenta la cultura del lector. Por eso no me puedo enfadar excesivamente contigo.
Trato de entenderte.
Antes se decía que todos los grandes ladrones empezaban robando un huevo y acababan como Roldán (o estos otros que tenemos ahora en Mallorca y que todos presumimos quienes son, menos los fiscales).
Quizá el robo del periódico sea la versión moderna del huevo, ya que lo sencillo no es ahora robar huevos con lo escasos que están los nidos. De todos modos descarto que en esa finca haya un aprendiz de mafioso que se esté entrenando.
Es posible que el hecho delictivo que cometes a las nueve de la mañana, sea simplemente porque no sabes como matar el tiempo mientras yo estoy trabajando.
Comprendo lo difícil que es pasar cada día un montón de horas sin hacer nada, si es por eso y no tienes un euro para comprar el periódico me lo dices y te lo doy encantado, si como yo veo más probable tienes los dineros necesarios y el problema es que te da pereza llegar al estanco te quiero comentar que el ejercicio es sano y un buen paseo te ayudará a pasar el tiempo.
Si no te gustan ninguna de las dos soluciones que te propongo todavía se me ocurre una tercera y es que cojas el periódico y te lo leas tranquilamente dejándolo en mi buzón antes de las 15 horas, que es cuando yo llego de trabajar, de donde me pagan un sueldo que todavía es suficiente para poder comprar el periódico, y yo leeré el periódico por la tarde. Incluso no me molestaré si has hecho el crucigrama porque no tengo tiempo de hacerlo nunca.
Si con todo ello algún día te quedas sin periódico no te preocupes excesivamente. Los periódicos siempre dicen lo mismo: roba la derecha, roba la izquierda y algunos vecinos de esta finca.


Juan


Juan es un hombre de mar. Cada día se le puede ver, curvado hacia las redes, tragando sol en verano o camuflado entre la niebla en invierno, siempre de cara a las olas; y Juan dice que se va a marchar a la ciudad, que ha encontrado un buen empleo de mecánico, que la barca es chica… y añade enseñando sus dientes algo grises con una sonrisa que le llena la cara:

-Es que en este mar ya no quedan peces- como quien dice que el ya los pescó todos.

Y la gente al oírle ríe con él, porque Juan es simpático y prosiguen su camino, dejándole limpiando la barca con los pies descalzos. Piensan entre extrañados y algo preocupados -¿Por qué querrá irse Juan?

Sus mejores amigos no se lo creen a pesar de haberle oído varias veces repetir el propósito. Comentan entre ellos –No comprendo porque se va a marchar a hacer de mecánico, no ha aprendido en su vida ni le ha interesado saber este oficio. ¿Por qué se va a ir? Es una broma que hace para sorprendernos.

Pero han pasado unos días desde esos comentarios, por la mañana, con su ropa de los domingos puesta y un paquete envuelto en periódicos, Juan ha subido al autobús de línea y se ha marchado.

A los madrugadores que había en la plaza del pueblo, donde está la parada del bus, les ha sonreído y con su humor franco les ha dicho:

- Enseguida que haya aprendido a arreglar motores y cables de electricidad, vendré a reparar la proyectora del cine para que no salte la línea con tanta frecuencia y algunos os quedéis roncos de tanto silbar.

El autobús de línea partió hacia la ciudad cercana, haciéndose pequeño hasta llegar a la curva –adiós Juan.

Esta noche en el bar hemos hablado del fugitivo, nadie comprende por qué se ha ido; bueno, Jorge el panadero, que estuvo dos años empleado en una pastelería de la ciudad, dice que allí se tiene mejor porvenir; los compañeros de Juan, los pescadores, no acaban de convencerse de que esta razón del panadero sea la de Juan –El era de los nuestros, de los que pescan toda la vida en Cala Foradada.

Yo me callé. Creo que sé porque se ha ido Juan. Su hermano se casó hace un par de años, y ahora tiene un chico que va creciendo, la barca se hace pequeña para mantenerlos a todos, y con los años serán más de familia. Había que hacer algo y Juan lo ha hecho.

Pienso que Juan se ha ido porque es un trozo de bien ¡Hasta siempre gran amigo!